Don Coscarelli recoge la Máquina del Temps que le otorga Sitges. Fotografía de Miguel Ángel Chazo.
Recuerdo que en 2003, la primera vez que estuve acreditado como periodista para el Festival de Sitges, hubo una película que eché de menos especialmente en la programación, y era Bubba Ho-Tep, de Don Coscarelli, que finalmente recaló en la Semana de Cine Fantástico de Donosti. Pero si algo ha caracterizado el festival en la última década es una generosidad prácticamente ilimitada para con el aficionado al género de toda la vida. Pocos son los grandes nombres del fantástico de las últimas décadas que no hayan pasado por el Melià, y los que no han pasado acabarán haciéndolo, ya lo veréis. Diez años después de Bubba Ho-Tep, Coscarelli tenía, al fin, nueva película, la comedia de ciencia-ficción John dies at the end. Y Sitges ha aprovechado el momento para traer de una vez a Coscarelli, que nunca había pisado el festival, y entregarle la Máquina del Temps, el galardón con el que cada año reconocen a un puñado de figuras destacadas del género. Tuve un cuarto de hora para hablar con él, y esta es la versión extendida de la entrevista que se publicó, hace dos días, en el periódico del festival.
¿Por qué has tardado tanto en volver a dirigir un largometraje tras Bubba Ho-tep (2002)?
Bien, cuando haces cine independiente el problema suele ser que la financiación lleva bastante tiempo. Hice Bubba Ho-Tep en 2003. Después de eso, rodé el primer episodio de la serie Masters of horror y luego pasé dos años tratando de levantar una secuela de Bubba Ho-Tep que, desgraciadamente, no llegó a materializarse. Hasta que me hice con los derechos del libro que adapta John dies at the end, película que me llevó tres años completar.
¿Cómo te metiste en el proyecto de John dies at the end? ¿Conocías de antemano la novela de Jason Pargin o alguien te ofreció adaptarla?
Leí el libro en 2007 y es curioso porque podría decir que John dies at the end es la primera película que se hizo gracias a la intervención de un robot. Uno de mis placeres culpables es la literatura sobre zombies y resulta que estaba leyendo uno que había comprado en Amazon. Un día, en mi correo electrónico, recibí uno de esos mensajes automáticos que te envían, en el que me decían que, si me había gustado ese libro de zombies, debería probar con John dies at the end. Y el robot de Amazon tenía razón, creo que usan unos algoritmos muy sofisticados para saber lo que te gustará a partir de lo que compras. El libro me gustó y decidí contactar con el escritor y adquirir los derechos para hacer la adaptación.
Has escrito los guiones de casi todas tus películas. ¿Qué aspecto de hacer cine te gusta más, escribir o dirigir?
Creo que mi parte favorita del proceso es la edición. Editar es como escribir con imágenes, y para mí es muy satisfactorio porque, un poco como la escritura, puedes hacerlo por ti mismo. No hay demasiada presión. En cambio, rodar es un coñazo. No me gusta nada. Sólo lo hago para poder ver mi guión en la pantalla, y para poder editarlo. Editar es divertido, es como resolver puzles. Tienes todo lo que has rodado y te vas encontrando con problemas para los que tienes que encontrar la mejor solución.
Hablemos de Phantasma. La primera vez que la vi la entendí como la historia de un chaval que, conmocionado por la muerte de su hermano, se refugia en un mundo de fantasía. ¿Dirías que hay algo de eso?
Una de las cosas de las que estoy más contento de Phantasma es que es la película más misteriosa que he hecho nunca. No traté de resolver cada pregunta, dejé mucho sin responder y por eso es fascinante escuchar interpretaciones como la tuya. Algunas son más sofisticadas que otras, y hablan de cosas que ni siquiera yo pretendía poner en la película, y eso se me hace muy divertido. El Phantasma original era un misterio. Pero cuando hice la primera secuela, que ya estaba producida por un estudio, no se me permitió dejar cabos sueltos o mantener los aspectos que hacían de la primera un enigma. Recibí instrucciones, durante el rodaje, de que en todo momento tenía que estar claro donde estaban y qué hacían los personajes.
Una moto, un niño y una tumba.
De hecho, Phantasma 2 es casi una película de acción…
Exacto. Hay una línea de diálogo que me hace gracia, en Phantasma 2, en la que dicen que el Hombre Alto “es un ladrón de tumbas venido de otra dimensión” y, entonces, claro, dices: “vale, pues sí”. Vuelves al primer Phantasma y te puedes creer esa explicación, pero en ella no te explicitan el origen del personaje, y eso la hacía más interesante.
Hace tiempo que no la reviso, pero Phantasma era una película que, en realidad, no se parecía a casi nada. Tenía una mezcla de elementos muy sugerente. ¿Cómo se gestó el guión?
Bueno, se empezó a escribir de forma muy lineal. A mí me interesaba mucho cómo en las películas se trata la muerte y el hecho de morir. No sé en España, pero en América, cuando alguien muere, el cuerpo es entregado a una persona extraña que se lleva el cadáver a un laboratorio en el que le hacen cosas al cuerpo que tú no ves y luego, cuando el cuerpo vuelve a estar visible, en el funeral, no es exactamente como el cuerpo que se llevaron. Ese proceso se me antojaba misterioso, y pensé que una funeraria podía ser un buen lugar para una película de terror. Quería jugar con uno de esos miedos recurrentes que todos tenemos, el miedo a morir y a no saber qué ocurre después de eso. Y enfoqué ese tema desde la perspectiva del chico protagonista.
El papel del Hombre Alto le iba que ni pintado a Angus Scrimm, dado su físico inquietante… ¿Fue tu primera elección de casting para ese papel?
Ya tuve a Angus en mi primera película (el drama Jim, the world’s greatest, de 1978), interpretando a un padre de familia alcohólico, un personaje mezquino, que además fue casi el primer actor adulto con el que trabajaba, y me sentía algo intimidado por él. Era una película de muy bajo presupuesto, e íbamos muy desorganizados, de forma que había días en los que hacíamos venir a Angus, le metíamos en una habitación, y él se pasaba todo el día allí sentado sin llegar a rodar. Luego, cuando terminaba el día, me tocaba a mí ir allí y decirle “Hola, Angus. Hoy no vamos a grabar contigo”. Fue la primera vez que visualicé al Hombre Alto, porque él se enfadaba y levantaba los ojos, mirándome con expresión amenazante. Desde entonces siempre pensaba: “este tipo es realmente inquietante, debería hacer una película de terror con él algún día”.
A Phantasma a menudo se le ha colgado la etiqueta de cine de culto. ¿Qué te parece este calificativo?
¡Me encanta! Creo que el culto es una cosa maravillosa, porque significa que hay gente a la que le apasiona la película, y eso es genial. Lo que no me gusta, en cambio, es cuando se habla de “serie B”, que sí es una etiqueta que me parece algo peyorativa.
¿Cómo fue trabajar con Bruce Campbell en Bubba Ho-Tep?
Bueno, la cosa es que, al ser un director de películas de terror también soy, casi por definición, un gran aficionado al género. Muchos años antes de rodar Bubba Ho-tep fui a una convención, entonces había visto Posesión infernal y Terroríficamente muertos, que eran grandes películas. Por aquél entonces incluso llegué a conocer a Sam Raimi, un gran tipo. Pues fui a una convención de Fangoria en Los Angeles y Bruce Campbell estaba allí para entregarle un premio a alguien. Le vi aparecer de entre el público y, cuando subió al escenario hizo un movimiento brusco de cabeza que la audiencia pudo reconocer de una escena de Terroríficamente muertos, en la que le agarran el cuello por detrás. Y los fans empezaron a aplaudir… él entonces no era aún el fenómeno de culto que es ahora, pero al ver la reacción de la audiencia, como le adoraban, me dije a mí mismo que ese tipo tenía algo. Años más tarde, cuando ya estaba preparando Bubba Ho-Tep, tenía a Sam Raimi al teléfono, y eso que bromeas, él me decía “¡tienes que coger a Bruce para la película!”, y yo le contestaba “¡y tú tienes que fichar a Angus Scrimm para alguna de las tuyas!”. Yo había estado pensando en actores más clásicos para hacer de Elvis, como Kurt Russell, que ya lo había interpretado en una película, pero me pedía demasiado dinero. Y acabé cogiendo a Bruce, y no fue hasta que empezamos a rodar que me di cuenta de que incluso tenía cierto parecido físico con Elvis, la barbilla algo demasiado ancha, pero se metió en el papel completamente.
Bruce Campbell recibiendo una paja.
Entonces, ¿no hay posibilidades de que Bubba Nosferatu se haga algún día?
Mucha gente me lo pregunta cuando voy a festivales o a eventos con fans del género. Lo que te puedo decir es que el proyecto está muerto. Bruce Campbell, por alguna razón, declinó participar en ella, y también nos quedamos atascados con la financiación. Pero hay tanta gente que quiere que se haga que, quién sabe, quizá algún día podamos resucitar la idea.
En muy pocas de tus películas hay protagonistas femeninas, ¿a qué se debe?
Esa es la razón por la que hice el episodio de Masters of Horror, “Incident on and off a mountain road”. En América, a lo largo de los últimos treinta años el movimiento feminista ha tenido mucha fuerza. Mi madre era feminista, mi hermana es feminista, ¡incluso yo lo soy!, pero cuando leí el relato de Joe Lansdale en que se basa mi capítulo pensé que era un acercamiento muy interesante al tema del feminismo, desde la perspectiva de una chica. Quería que empezáramos viendo a la típica chica de película de terror, una víctima enfrentándose a una amenaza, y que cuando el episodio terminara te dieras cuenta que, después de la brutalidad que ha sufrido como mujer, a manos de los hombres, está preparada para enfrentarse a cualquier monstruo. Y de que incluso a ella podemos considerarla un monstruo…
¿Qué proyectos tienes en un futuro inmediato?
No tengo mucha idea de lo que va a venir a continuación. Me gustaría hacer una nueva entrega de Phantasma antes de que los actores sean demasiado mayores. Todos nos estamos haciendo mayores, aunque Angus Scrimm se conserva bien, tiene casi noventa años pero le sigo viendo en forma. Yo me había planteado el último Phantasma como un punto y final, pero los fans siguen queriendo más, así que no descarto hacer otra.
¿Cuáles fueron tus influencias tempranas como cineasta?
Crecí amando las películas de monstruos, el cine de la Universal, sus monstruos clásicos, y la ciencia-ficción de los 50, me encanta Invasores de Marte… Antes de hacer Phantasma, estuve muy influenciado por dos grandes películas de los 70, una es La matanza de Texas y la otra es Suspiria de Dario Argento. Y creo que puede reconocerse algo de esas influencias en la película.
¿Cuál es tu película favorita, de las que has rodado?
Bueno, eso es como si te preguntan cuál es tu hijo favorito. No lo sé, la verdad. Mi hijo bastardo vendría a ser El señor de las bestias, pero amo Phantasma y Bubba Ho-Tep. Y estoy muy orgulloso de John dies at the end.
Y la inevitable mujer desnuda (Tanya Roberts en El señor de las bestias)
“dos grandes películas de los 70, una es La matanza de Texas y la otra es Suspiria de Dario Argento”
Un gran hombre se reconoce por la grandeza de sus influencias.
¡Bravo”!