La mejor televisión del 2012

Acostumbro a pasar mi tiempo libre escuchando las variaciones Goldberg de Bach tocadas por Glenn Gould o releyendo a Emily Dickinson, pero de vez en cuando también me digno a postrarme ante este divertimento para el populacho que es la televisión. Los mejores programas que he visto en 2012 son:

Pesadilla en la cocina: De acuerdo, es un programa algo manipulador y repetitivo, puesto que cada vez es la misma fórmula: Alberto Chicote (reputado cocinero y hombre rudo y gracioso a la par) llega a un restaurante exageradamente destartalado y lo arregla todo en un par de tardes por arte de magia. La gracia del programa está en el propio Alberto, que se descubre como un gran cómico, siempre con un comentario ingenioso a punto, y en algunos de los restauradores que han aparecido en el programa: desde la camarera que se emborrachaba ante los clientes en el restaurante mejicano hasta el propietario que contaba chistes cuando iba a cobrar la cuenta, pasando por el alicantino irresponsable (que recordaba al Adam Sandler de “Desmadre de padre”) del segundo programa.

Las intervenciones de Pilar Rahola en “El Gran Debate”: Simplemente soy fan de Pilar Rahola. Esa mujer tiene algo magnético para mí. Cuando tengo miedo por cualquier motivo, pienso en ella, y unos instantes después ya me siento seguro y reconfortado. Me imagino que Pilar Rahola me acurruca entre sus brazos y me dice “todo irá bien, no te preocupes”.

Al rojo vivo/Salvados: Con sus más y sus menos, son los programas más interesantes para estar al tanto de lo jodida que está la sociedad española en estos momentos.  Siempre me gusta cuando algún tertuliano de “Al rojo vivo” nos recuerda que todo está muy mal, que 2013 también será un año horrible, etc, etc. Es como ver una película de terror, da miedo y da placer a la vez. Es una sensación rara.

Tu cara me suena: La segunda edición no ha sido tan brillante como la primera y la mayoría de participantes no han sido tan  carismáticos como los de la primera edición (recordemos al gran Francisco), pero aún así ha deparado momentos como María del Monte haciendo de Peret, Santiago Segura bailando el Gangnam Style (qué gran canción) o Daniel Diges haciendo de Montserrat Caballé. Pequeños momentos de humor marciano en un programa que en conjunto se hace bastante pesado e inaguantable en sus partes no musicales.

Sálvame Deluxe (el regreso de Coto Matamoros): Coto Matamoros salió de su averno particular para impregnar de mal rollo el plató de Sálvame Deluxe. Demostró que, aunque ahora vaya de místico, sigue siendo el mismo cabrón con gracia de siempre, capaz de hacerse odiar incluso por la persona más ingenua del mundo.  Con sus comentarios hirientes sacó de quicio a su hermano, a la mayoría de los colaboradores de Sálvame, y al propio Jorge Javier Vázquez cuando le dio por decir que era homófobo. Muy gracioso todo.

El intermedio: No puedo decir que sea un gran fan del programa, pero viendo el nivel medio de la televisión española, es innegable que por lo menos es un programa digno y que no ofende excesivamente la inteligencia de sus espectadores. Además, cuenta con la presencia de Thais Villas, la Tina Fey española.

 

 

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