Me encuentro con Chiqui Carabante en el madrileño barrio de Lavapiés, dos malagueños intentando hacer una entrevista entre cañas, embutidos y divagaciones varias. Afable, gracioso y agradecido, a través de sus palabras Carabante se muestra como una persona tenaz e inconformista, una actitud que acaba perturbando su propia imagen, presentándose como un actor que dice no creerse del todo a sí mismo, un escritor que confiesa a veces cansarse de su propia voz, y un director que siente la necesidad de reinventarse constantemente. Tras una larga formación y carrera teatral –que sigue compaginando con el cine-, dos cortometrajes -Los Díaz felices (1998) y Bailongas (2001)- y un largo –Carlos contra el mundo (2002)-, todos ellos galardonados con varios premios nacionales e internacionales, Chiqui Carabante presenta su nueva película, 12+1, una comedia metafísica (2012). Galardonada, entre otros premios, con la Biznaga de Plata de la sección Zona Zine del Festival de Cine de Málaga 2012, y aún de gira por media España y parte del extranjero, esta divertida e irreverente comedia sobre la figura de Jesús y sus apóstoles resulta la excusa perfecta para hablar con el director malagueño sobre lo divino y lo humano.
Hay una gran elipsis temporal entre Carlos contra el mundo (2002), tu anterior película, y 12+1, una comedia metafísica (2012). Además de participar, según he leído, en el proyecto de una TV-movie llamada Calles de fuego, ¿qué has estado haciendo durante este tiempo?
Bueno, antes de nada tengo que decir que lo de Calles de fuego es un error. Estuve involucrado en la fase de preproducción, pero nada más, y creo que de lo que yo preproduje no se ha quedado nada. Es más, en Wikipedia aparece mucha información sobre ella en mi perfil, lo que he tratado de solucionar alguna vez, aunque por el momento sigue ahí.
Y en cuanto a esos diez años entre una y otra peli… no es tan real, porque Carlos contra el mundo se estrenó en el 2003, y la preproducción de 12+1 empieza en el 2009, o sea que son 6 años. ¿Qué ha pasado entre medias? Entre medias han pasado guiones que no se han llevado a cabo; guiones que se subvencionan, que parecen que van a salir adelante y no salen adelante; mucho esfuerzo por levantar esta película, que la rechazaron todos los productores, y se lo presenté como a veinte productoras (en esa época hasta llevaba un diario de lo que me decían, porque si no me hubiera vuelto loco). También he hecho bastante teatro. Pero sobre todo que me cuesta mucho levantar los proyectos a nivel de financiación, ¡que es lo importante! Lo demás es bailar la jota.
Y supongo que dedicarte a algún trabajo alimenticio, porque por el momento del cine resulta difícil vivir…
Desde luego, parece que solo hay cabida para los artistas-estrella o los artistas-malditos, y a la mayoría nos toca lo segundo, queramos o no. ¡Maldita sea la leyenda de Van Gogh! Yo no quiero más que una vida normal… Pero bueno, no me puedo quejar. Doy clases de dirección cinematográfica en la Escuela TAI, donde de verdad estoy muy a gusto, con unos alumnos que veo más como compañeros, con mucha simbiosis entre todos. De escribir también se cobra. Y teatro, que lo disfruto de igual modo que el cine, ya que para mí es un poco lo mismo, es pintar lo mismo con otros materiales. Y de todo esto vivo.
Y ya respeto a 12+1, una comedia metafísica… ¿cuánto tiempo llevabas dándole vueltas a la idea antes de llevarla a cabo? Se trata de una “película de época” (de una época muy lejana), donde el componente histórico tiene mucho peso, ¿te documentaste mucho?
Me documenté bastante. Me saqué el carné de la Biblioteca de Teología de Barcelona, y estudiaba textos con curas sentados a mi lado. La Iglesia es muy lista, tiene grandes bibliotecas, con todo lo que está a favor y en contra de sus doctrinas, como por ejemplo los textos apócrifos, que me interesaron mucho. Y si tienes un acercamiento a los textos sagrados como si fuese literatura vas a divertirte mucho: hay crímenes, adulterios, batallas, milagros… es la bomba. Es muy divertido. La fase de documentación fue muy entretenida, me lo pasé muy bien. Y una vez me había documentado y sabía sobre lo que quería escribir el guion se desarrolló bastante rápido, con tres reescrituras.
Dices que siempre te cuesta mucho encontrar la financiación necesaria para tus proyectos… ¿cómo os organizasteis para conseguirlo con 12+1?
Para 12+1, una comedia metafísica cree mi propia productora, Divina Mecánica, que realmente soy yo con otro nombre, aunque después para la realización de la película se embarcaron algunas personas más. En cuanto a la financiación, pues inversión propia, el ICAA y la Junta de Andalucía. Con eso hice un contrato con el equipo, un contrato claro, porque los productores hablan mucho de capitalizar el suelo, y el equipo nunca llega a ver ese sueldo. Era un contrato muy claro, donde todos cobrábamos lo mismo, unos 1200€ al mes. Cualquier trabajador podía consultar las cuentas de la película en cualquier momento, y eso creó un ambiente horizontal que fue estupendo. Todo muy salomónico. Pero claro, hubo mucha gente que rechazó eso… hubo por ejemplo un director de fotografía que me dijo que el cine no era comunista, ¡aunque ahora 1200€ no suena tan mal!
Siendo andaluz, malagueño concretamente, ¿cómo os dio por ir a Fuerteventura a buscar un desierto en lugar de rodar en la cercana Almería, en cuyos desiertos y playas se han rodado tantos spaghetti western, y películas tan míticas como Lawrence de Arabia, Indiana Jones y la última cruzada, Mercenarios sin gloria y un largo etcétera? ¿Cuestión de subvenciones, de adecuación…?
Fue por el desierto, que es un desierto blanco. La película ocurre mucho en dunas, y Almería tiene una duna que ya está muy desgastada. Estuvimos buscando en Almería y Monegros, pero no nos convenció. También pensamos en Marruecos, que nos encantaba, pero se nos iba de presupuesto y de imprevistos. Si por ir a Fuerteventura a hacer una película todo el mundo pensaba que estábamos forrados, imagínate llegar a Marruecos e intentar rodar allí… hubiera sido un descalabre. No teníamos un contacto claro, así que lo desestimamos.
Hay un desierto blanco en EEUU que me gustaba mucho, y un compañero de la peli nos dijo que en Fuerteventura había uno. Nos fuimos allí a localizar, y nos encantó. El desierto es muy bonito, pero además la atmósfera de la isla es absolutamente mística. ¡Y la arena era blanca! Se trata de una licencia poética. Quería que fuese así porque me atraía la orientación metafísica con la que dotaba al espacio. El escenario se convierte así en un lienzo en blanco, como si los personajes estuviesen en medio de la nada. De hecho, hay un dibujante de cómic canadiense que tiene toda una historia en la nieve (no recuerdo ahora su nombre) cuya narrativa me gustó mucho. Y también otro referente del filme ha sido Tintín en el Tíbet, que me encanta. Quería que el escenario se convirtiese en un elemento conceptual.
¿Y el clima, os acompañó?
Hizo un viento terrible. Hay varias teorías sobre el nombre de la isla, pero yo creo que viene de la fuerza del viento. Y aunque al principio era un agobio al final nos acostumbramos, aunque es verdad que con tanto viento te vuelves un poco majara, te aíslas un poco de todo. Pero conseguimos arreglárnoslas bien. Teníamos un muy buen sonidista que consiguió muy buen sonido a pesar del viento. Y todos el mundo ayudó a solucionar los problemas, por ejemplo con los cromas, que son como velas, y que hacíamos en el mismo sitio, en exterior… todo el equipo ayudó a aguantar los croma cuando era necesario. Había momentos en los que prácticamente todos estábamos detrás haciendo de muro de contención.
Se trata deuna película muy de actores, que se centra mucho en el diálogo y la interpretación de esos 12+1 protagonistas, y algunos actores más.¿Cuál fue el proceso de selección? ¿Les dejabas espacio para la improvisación?
Un poco de todo. Algunas son actores que ya conocía, como por ejemplo Alex Peña y Fran Torres, que conozco de mis tiempos de Sevilla, cuando formaban parte de la compañía de teatro Deluxe, que organizaban unas obras que a la gente les confundía mucho, pero a mí me encantaban. O a Gorka Zubeldia, “El Maestro”, que conocí por casualidad en la calle. Pero la mayor parte del trabajo de elección de actores se lo debo a Charo Sánchez, mi directora de casting. Y sí, confié mucho en los actores. Todos los personajes tenían una caracterización concreta y unas líneas de diálogo en el guion, pero dejé que los actores se apropiasen de ellos y los construyeran.
Me pareció muy interesante que el personaje de Juan lo interprete una mujer, lo que no deja de introducir en la historia cierto discurso sobre la homosexualidad. ¿De dónde surgió la idea?
La idea fue de mi hermano Salva, que se ocupa de la dirección artística del filme. Es un gran conocedor de la Historia del Arte, y en un momento dado me comentó que existía una larga tradición pictórica de representar a Juan con ciertas connotaciones femeninas, con cierta ambigüedad sexual. Así que decidimos darle el papel a la actriz Aránzazu Garrastázul, que hizo un trabajo fantástico, incluso está nominada para los Premios de la Unión de Actores. En los Evangelios siempre se hace referencia a Juan señalando que era el más amado por todos, el más querido. Y me pareció interesante la posibilidad de que detrás de estas palabras se escondiese una realidad enmascarada, como que Juan era homosexual, o una mujer. Desde luego la Iglesia ha hecho lo posible por borrar del mapa tanto la homosexualidad, condenada como una perversión, como a la mujer, relegada a una posición secundaria y muy estereotipada, básicamente de puta (María Magdalena) o virgen (María). Y en la película quisimos sutilmente criticarlo, dejando que el personaje de Juan lo interpretase una mujer, pero sin que ello despertase ninguna extrañeza en el resto de compañeros, abriendo la historia a la ambigüedad y a posibles interpretaciones, pero sobre todo demostrando que fuese cual fuese su sexo o sexualidad era aceptado como uno más, sin marginación ni extrañeza.
Si hay algo que caracteriza la película, sobre lo que básicamente se organiza la narración, es tu deseo de presentarnos a un Jesús cotidiano y dubitativo, con problemas y reacciones humanas, rompiendo con la imagen sacralizada de su figura articulada por la Iglesia Católica. ¿Crees que hay que alejarse de dogmas y divinizaciones, y simplemente acercarse a la figura de Jesús como el ser humano ejemplar que pudo haber sido, situándolo en un lugar paralelo al de Gandhi, Mandela, y otras figuras de la Historia Contemporánea?
Hay quien duda de su existencia, pero yo creo en la teoría de que existió. Hay un documento, que se llama el “Documento Q”, donde los teólogos alemanes extrajeron de los Evangelios sinópticos (tres de los cuatro canónicos, aprobados por la Iglesia) las coincidencias de lo que decía Jesús en cada uno de ellos. Y una de las teorías que prueba su existencia es que sus declaraciones son muy contradictorias, lo que resulta habitual entre los seres humanos. Yo creo que existió, que era un iluminado, y que tuvo que tener una vida muy corta también. Teniendo ese discurso no puedes llegar muy lejos, ya que se enfrentaba con todos.Yo creo que era muy punky. “Yo he venido a traer la espada” resulta muy potente, muy radical. Era muy guerrero, al menos en su actitud. Y lo que decía era muy penetrante, como eso de “La verdad nos hará libres”. Él como ser humano me parece una figura muy interesante, y me gusta definirlo como un poeta radical. Para mí muchos versos de Walt Whitman son perturbadores, por eso te digo que es un poeta radical. Tenía una capacidad de sensibilizarte, con la que por lo menos yo conecto, muy atractiva. Y nos ha dejado dichos muy potentes, que siguen teniendo mucho valor.
Después está la perversión de su palabra por parte de la Iglesia, lo que han montado estos señores mediadores, católicos. De ahí lo de no ser ni católicos, ni protestantes, ni ortodoxos… sino simplemente cristianos. Precisamente la figura del Poeta en la película representa a los individuos decididos a reescribir y embellecer la Historia, a inflar las palabras de Jesús y otorgarle un halo divino, convirtiendo a su madre en virgen, etc. Y también hay una cosa muy curiosa en estos textos, y es que han sufrido muchas interpretaciones y traducciones. Una palabra que puede significar “virgen” en griego puede significar “ella” en otro idioma. Hay mucha interpretación, muchos deseos de romper la ambigüedad que acaban por orientar el texto en una dirección u otra. Es lo de siempre, ¿traducción o traición?
Al final como dices la cuestión está en huir de los dogmatismos y las divinizaciones, y encumbrar a la persona humana en función de sus virtudes. Y en este sentido Jesús resulta una figura ejemplar, modélica. Nosotros en el proyecto creo que también tuvimos un poco de rollo cristiano. Fue un rodaje muy golfo y divertido, pero también bienintencionado. Éramos una piña currando, todo se organizaba de una forma muy horizontal. De hecho, a los Monty Python, cuando hicieron La Vida de Brian, les pasó algo parecido. Graham Chapman por lo visto dejó de beber (era alcohólico), y se dedicaba a curar (tenía titulación médica) a la gente de los alrededores después del rodaje… Yo creo que hay una influencia de la figura de Jesús, que acaba resonando en uno su figura, sacando lo mejor de ti.
Desde luego esta idea de cotidianeidad ofrece momentos muy cómicos, como por ejemplo la aparición repentina en medio del desierto de la mujer de uno de los apóstoles, enfadada por la prolongada ausencia de éste.
Es que imagínate, ¿cómo le explicas a tu mujer que te vas de ruta con unos amigos al desierto durante días y días? La reunión de apóstoles que presento se parece más a una parranda de amigos reunidos en el bar para charlar que un encuentro de figuras iluminadas. Por eso también he intentado llamarles por los nombres de sus pueblos, como era habitual en la época, enfatizando esa condición pueblerina y normal de los personajes, y cotidiana de las situaciones y dudas que se plantean.
También me pareció muy interesante la figura de “El Bautista”,que conviertes en un símbolo del nihilismo y la duda permanente, repitiendo constantemente la frase “nada tiene sentido”, mientras asesina a los incautos y perdidos, a los que se separan del grupo. Me parece una idea muy buena que, puestos a implantar la duda y desinflar de la figura de Jesús, conviertas al personaje que representa en la Biblia “la duda” (aunque solo en cuanto a la condición mesiánica de Jesús) en un nihilista extremo. Y resulta interesante que este nihilista acabe siendo también un asesino, lo que entronca con esa famosa frase que decía uno de los personajes de Dostoyevski,“si Dios no existe, todo está permitido”, y que muestra los peligros de la quiebra de la fe. ¿Qué nos viene a decir tu “Bautista”?
Para mí el Bautista es el Antiguo Testamento, la violencia, la agresividad, los excesos, el miedo… Y me gusta contrastarlo con el Nuevo Testamento, o al menos con la palabra de Jesús, mucho más conciliadora, bondadosa, horizontal, humana. Y aunque la historia trate de una serie de personajes perdidos por el desierto que dudan, especialmente aquél al que llaman “Maestro”, lo que prevalece ante todo no es la fe en una serie de creencias religiosas, sino la fe o confianza en el otro, en el amigo, en el compañero. En 12+1 Jesús no tiene muchas respuestas, pero cree fervientemente en la necesidad de confiar y apoyarse mutuamente, en el poder de la comunidad.
Huyes de laépica o la hagiografía con que generalmente han sido presentadas las figuras bíblicas en las grandes producciones hollywoodienses, y ofreces una historia sin grandes revelaciones, sin epifanías ni mensajes… simplemente una comedia en la que los personajes se plantean cuestiones metafísicas para las que hay difícil solución.
Mi idea era huir precisamente del relato épico porque creo, y quería que se reflejara en la película, que gran parte de los acontecimientos relacionados con la vida de Jesús tuvieron lugar, pero que luego se ha aplicado sobre ellos la plantilla del relato épico lo que los ha distorsionado en exceso. Por eso he preferido organizar la película en forma de capítulos, con sus puntos de giro y demás bastante medidos, pero sin un crescendo pronunciado. Simplemente una serie de escenas encadenadas dirigidas a divertir al espectador y presentar algunas parábolas que me parecen interesantes y significativas.
La película entronca muy bien con los tiempos que corren, de indignación, de excesos políticos, de crisis sociocultural, etc. Tiene un poco de Esperando a Godot, pero donde los personajes en lugar de esperar la llegada de una solución, la buscan. ¿Has buscado reflejar las dudas y los problemas del presente en esta historia sobre nuestro pasado cultural?
En muchos aspectos sí, aunque no directamente. Desde luego hay algunos pasajes cómicos que remiten directamente a ello, como una sátira sobre los usureros y la banca (¿qué pensaría Cristo de la especulación financiera, de la Banca del Vaticano, etc.?). Pero supongo que el mayor mensaje que se comunica a través de la película es, como dices, el de la necesidad de mantener una actitud positiva de búsqueda de sentido y soluciones, aunque yo no las pueda ofrecer en 12+1. Y que se haga en grupo, en comunidad, con fe y confianza en el otro. La amistad se convierte muchas veces en un amor más puro que el de la pareja, menos problemático. Y a partir del cual se pueden construir grandes proyectos.
¿Habéis conseguido distribuidor, o la estáis gestionando vosotros? ¿Por dónde habéis estrenado ya?
La hemos distribuido nosotros. Hemos llamado a los cines, hemos estado en diez ciudades o así, y muy bien. En algunos sitios como Málaga o Cádiz se prorrogó la exhibición. Mucha guerra, agotador, pero muy divertido y didáctico. Pero ha sido mucho trabajo, desde luego. Hemos funcionado como una compañía de teatro, teníamos dos copias de la película, y hemos hecho un recorrido. Vamos con dos carteles a cada ciudad, y nada más. Promoción cero, todo boca a boca. Pero la película funciona muy bien, la gente va a verla, y ya comienza a sonar y despertar el interés. Ha pasado algo raro, y es que con los primeros visionados la gente decía que era algo extraña, pero poco a poco han venido a verla en mayor número. No tenemos un bestseller, pero parece que tenemos un longseller. Todavía no nos ha rentabilizado nada, pero se está viendo.
Ahora va a Benalmádena, a Llanes, a Bogotá, a un festival en Berlín… se está moviendo. En Londres estuvo en un festival de cine español y fue muy bien. Básicamente mandamos la cinta antes, pero luego voy yo personalmente. Es un proceso muy artesanal, pero muy bonito, y a lo largo de él he aprendido todo, desde hablar con los cines a controlar la proyección, todo muy directo y cercano. Después de cada pase preguntábamos a los de la taquilla cuánto se había recaudado, cogíamos el dinero y nos íbamos a cenar. Al final te recorres media España, disfrutas con gente, con el equipo. Hay muchas gratificaciones.
¿Y otras ventanas de exhibición, como la televisión, filmin, etc.?
Lo de la televisión resulta un poco difícil. TVE quería ponerla, pero dijeron que no sabían cómo colocarla en la parrilla. Canal Sur no la quiere. Y Canal Plus Extra también estuvo cerca de comprarla, pero hubo diferentes opiniones entre sus directivos y no se pusieron de acuerdo. Yo creo que se venderá a la tele, pero dentro de un tiempo. Aparte, los ejecutivos de televisión están más preocupados por no perder su puesto que por la parrilla de programación. La gente está acojonada.
La película está en filmin, aunque no sé cómo le va. Desde luego hacer dinero en filmin resulta difícil, pero como ventana está estupendo. Es un gran escaparate salir en una página de calidad. Y aunque a los cinco días de estar en filmin la película ya estaba en todas partes, a mí que haya 1700 torrents me alegra… son 1700 personas que han llegado a la película por interés, por curiosidad, porque le han hablado de ella.
Y ya para terminar, ¿qué nos puedes decir de tus próximos proyectos? ¿Te dejaste algo en el cajón que vas a recuperar?
Se me han quedado en el cajón varios proyectos. Se ha quedado una comedia que no se ha llegado a hacer, y no sé si se llegará a hacer algún día. De la que me interesan los personajes, pero no sé si me interesa tanto la película en sí. Y se me ha quedado una historia de amor muy bonita que estoy intentando levantar, llamada Lovin’ Sherley, que ocurre en Irlanda con un protagonista español, y estoy coescribiendo con Michel Gaztambide (No habrá paz para los malvados, Vacas…). Y también estoy trabajando en un musical muy divertido, con la guionista de Los días felices, mi primer cortometraje. Por el momento se llama Custodio, aunque es el título provisional, y yo creo que es vendible. Es algo más convencional, más dentro de la industria.
que pedantería por favor.
Lo único que salva al entrevistado es que el entrevistador es todavía más pedante
gran elipsis temporal.
pfff
Easy podías haberla hecho tú, que seguro nos darías una clase de savoir faire o de periodismo, o de cine, o no sé o de cualquier cosa.