Polemista, justiciero, guardián de esencias, divo del formspring, creador, mago, terror de las redes sociales, encantador de serpientes, vendedor de humo, contorsionista o mito, Popy Blasco es todas estas cosas y más. Un chico al que odiamos y adoramos a partes iguales y por razones siempre oscuras. Alguien que nos comprende y nos zarandea, nos abre los ojos y nos pide que volvamos a soñar. Un superviviente de la ironía que lo enfanga todo. Todo un señor en unos tiempos que desprecian por sistema el tiempo y en el que no hay espacio para el candor o el encanto. Popy sigue ahí dando guerra en su legendario blog y en el programa Radioshock, a veces en compañía de Yolanda Sola. Y ahora además ha hecho un corto: Mar y montaña. En esta entrevista te lo contamos todo sobre él. Y al final, podrás incluso verlo si quieres.
¿Cómo ha sido la colaboración con la productora DMNTIA?
DMNTIA es la productora del momento en Madrid. Están llenos de entusiasmo y de energía. Confiaron en mi guión y en mi criterio desde el principio, sin haber rodado yo nada antes. Les estoy muy agradecido por haber hecho posible Mar y Montaña. Ellos son geniales, son amigos, y el rodaje fue entrañable. Nos pagaron el alojamiento en un hotel maravilloso en La Rioja, rodeado de verdes montañas, nos daban de comer lechazo. Un lujo.
Te has decidido a estrenarlo en Internet, a través de Vimeo. ¿Por qué?
No tengo los derechos de la canción que suena al final y para poder estrenarlo en festivales hay que tener todo el papeleo en regla. Podría poner otra canción, pero no puedo, pues esa es la canción de Mar y Montaña y no otra. Es una lástima ya que creo que Mar y Montaña me ha quedado muy para guiris… Seguro que hubiese inflado a premios en Bélgica o en Suecia… Pero mi premio es el feedback del público. Al final prefiero que mi corto lo vean miles de personas a que gane un premio. Aunque no diría que no al Oscar, por supuesto.
¿Consideras que ya no se les presta tanta atención a los cortometrajes como antes, tiempos en los que incluso un corto acompañaba a un estreno de cine en las salas?
Yo le tengo verdadero pavor los cortos. Son superiores a mis fuerzas. He sido jurado en festivales de cortos y puedo decirte que, en toda mi vida, habré visto tres o cuatro cortos que me hayan gustado… No me extraña que la gente no les preste atención. Los maricones que hacen cortos imitan a Almodóvar, haciendo historias de travestis que se hablan de “nena” y la mayoría de heterosexuales que hacen cortos meten a personajes empuñando pistolas de juguete, recitando diálogos tarantinianos… Luego, la mayoría de los cortos que se ruedan son demasiado largos. Mi tiempo es demasiado preciado para perder veinte minutos de mi vida viendo un corto que no me vaya a cambiar la vida o que, al menos, me vaya a entretener muchísimo. Mar y Montaña dura 10 minutos y me hubiese gustado que durase 8. Espero que mi próximo corto dure 6… y el siguiente 4.
Alguna vez has comentado que tu corto estaría encuadrado dentro del subgénero de “dos amigas”, en el que también encontraríamos películas tan fabulosas como Romy y Michelle, Cuatro aventuras de Reinette y Mirabelle, Celine y Julie van en barco o Las margaritas. ¿Qué crees que hace tan especiales estas películas y las historias que cuentan?
Las mujeres tiene una manera de relacionarse entre ellas que llama mucho mi atención. Son muy competitivas entre sí, se enamoran entre ellas, se quieren, no se soportan, se lo cuentan todo, se quedan en evidencia… En una película que trata de dos amigas, cualquier cosa puede pasar. Uno sabe como empieza una película acerca de dos amigas, pero nunca cómo acaba. Mira Thelma & Louise, o Charlotte y Veronique o Todos los chicos se llaman Patrick, de Godard, o La Muerte Os Sienta Tan Bien…
Miranda Makaroff y Lucía Maldonado son el mar y la montaña de tu historia, esos dos mundos que en teoría nunca deberían encontrarse pero cuando lo hacen, resulta que encajan y se complementan. ¿Cómo diste con ellas y cómo se te ocurrió que podían ser tus protagonistas?
Las protagonista de Mar y Montaña son la cara y la cruz de la misma moneda. Todos tenemos un poco de las dos. Son el pollo y el calamar de la paella que se van a comer. Las relaciones más duraderas son aquellas que tenemos con gente muy dispar a nosotros. Pan con pan, comida de tontos.
Unos años antes de rodar Mar y Montaña, conocí a Miranda Makaroff en Aguacate, el club en el que comenzaron a pinchar los Zombies. Ella conocía mi blog y yo sus crónicas en My Space. Me dijo que quería ser actriz y me quedé con la copla. Pensé que podía aprovechar su desparpajo para mi corto y así ha sido. Por otro lado, Lucía Maldonado es amiga y desde el primer día que me la presentaron intuí su fotogenia. Además, Lucía tiene una timidez magnética que yo sabía que iba a llenar la pantalla. Estoy muy contento con ellas. Hacen que Pachu y Makoke, que así es como se llaman sus personajes en el corto, sean de verdad.
Cuéntanos algo de ellas a nivel personal. ¿Cómo son? ¿Se parecen en algo a tus protagonistas?
Creo que Lucía Maldonado es muy Makoke. Se parecen mucho la actriz y el personaje, ciertamente. Miranda, en cambio, no es tan de contar sus intimidades como Pachu. Miranda es muy mediática, pero es mucho más para dentro de lo que puede parecer a primera vista. En cambio, creo que Miranda tiene la misma capacidad de recuperación que su personaje, en eso sí se parecen.
Como curiosidad os puedo contar que Miranda y Lucía no son amigas en la vida real. No se llevaron mal, pero… simplemente no se llevaron.
A mí me resulta especialmente curioso e intrigante que siendo una especie de cronista del momento, con tu blog y Radioshock, hayas hecho un corto tan autónomo, tan encerrado en sí mismo y envasado al vacío, como una película de Garci gay…
¿Qué pretendías que hiciese? ¿Cuernos de Espuma? ¿Más qué amor frenesí…? Lo mismo la gente creía que tenía que hacer una película con hipsters metiéndose rayas en discotecas llamadas Tarántula o Luz Cegadora, pero una cosa es lo que la gente espera de ti y, otra muy distinta, lo que tú tienes que ofrecer.
Me encanta que me compares con Garci, me parece uno de los últimos outsiders del cine español. Garci carece de sentido del rídiculo como solo los más grandes pueden hacerlo. You’re The One me parece una película modernísima.
De todas formas, las mayores influencias de Mar y Montaña, aparte de Rohmer, son mi madre y Ruth, una amiga.
¿Prefieres escribir diálogos de personajes femeninos? ¿Qué crees que tienen de especial las conversaciones de mujeres que las hace tan cinematográficas estén firmadas por Cukor, Rohmer, Ozon o Tarantino?
Las mujeres, cuando hablan, siempre meten la pata. Cuando abren la boca se las ve transparentes. Por eso fascinan tanto los diálogos entre mujeres. Los hombres, cuando hablan, solo saben hablar de vaguedades como el honor, de fútbol, de coños o de gilipolleces, siempre ocultándose detrás. Salvo honrosas excepciones, los personajes masculinos solo se ponen interesantes cuando dejan de hablar…
En cambio, cuando una mujer se suelta y empieza largar por esa boca, comienza el espectáculo.
A la hora de valorar tu trabajo, creo que la estética juega un papel fundamental. De hecho, Mar y Montaña sería algo muy distinto sin esa fotografía setentera, que recuerda a las películas de David Hamilton. ¿Tuviste claro desde el principio su importancia dentro de la historia?
Para mi la estética es fundamental. No soporto ver cosas feas. Si quiero ver cosas feas, solo tengo que poner un telediario. Creo que un director tiene el deber de darle al espectador un trabajo bien hecho, a todos los niveles y en la medida de lo posible. Si hay que poner un cenicero encima de una mesa, este cenicero debe ser “el cenicero”, y si no, lo pongas.
En un principio, la acción de Mar y Montaña iba a dar lugar en un restaurante cerrado, en un interior y la fotografía iba a ser muy teatral, a lo Kaurismaki, pero cuando surgió la posibilidad de hacerlo en exterior en seguida tuve claro que quería una media delante de la cámara, como la media que se ponía Sara Montiel en sus intervenciones televisivas de los 80, como la media que se ponía Cybill Shepherd en Luz de Luna, como Emmanuelle y como las películas de David Hamilton.
La historia de Pachu y Makoke, tus protagonistas, no sólo es la que se cuenta en el corto. Da la impresión de que hay mucho delante y mucho detrás, muchas aventuras de estas amigas que no vemos. ¿Se te ocurre otras que hubieran podido protagonizar?
Una de las cosas más bonitas que me han dicho del corto es que viéndolo haces el trabajo de imaginar de donde vienen ellas y qué harán después. Yo, sin duda, me las imagino en la nieve, en una estación de esquí, descubriendo un misterio… Me las imagino en un thriller erótico, de repente.
Cuéntame un poco como ves la modernidad en este momento en Madrid… la generación post-windsor o la go-go generation. ¿Está tocando techo o la fiesta no ha hecho más que empezar?
“La modernidad”, esa abstracción… ¿Para ser moderno hay que grabar Vines, hacer net-art en Tumblr, vestir de Cosmic Wonder? Moderno es todo aquél que disfruta de la vida sin mirar por encima del hombro. Yo disfruto mucho de la vida, pero aún estoy luchando por no mirar por encima del hombro ciertas cosas… Algún día lo conseguiré. Siempre ha habido gente moderna y siempre la habrá y, por supuesto, en Madrid la fiesta siempre acaba de empezar…
¿Qué opinas de toda la movida low cost que se está gestando al margen del cine oficial? Vermut, Cavestany, todos los littlesecretfilms…
Pues mira, si te soy sincero, solo he visto tu película Desmadre en la Noche de la Quietud, y me parece una cosa tan increíble, una obra maestra tan enorme, que no se si te ha salido de casualidad o si está todo medido al milímetro, cosa que no me extrañaría dado tu talento. Luego, he intentando ver otra película más de dicho movimiento, que no diré cuál es para no herir a la persona que anda detrás de ella, y lo que vi era tan feo y tan triste que no pude pasar del minuto… De todos modos, me encanta el movimiento en sí, me parece sano y necesario. Ojalá se hagan más y mejores.
Montxo Armendáriz cuenta que se le ha propuesto hacer un littlescretfilm… También cuenta que dijo que no… ¿Acaso el movimiento busca directores de renombre para entrar en los Goya? De ser así, desde luego, el movimiento perdería toda la gracia.
Me imagino que además de continuar con tu blog tienes otros proyectos, e intuyo que esto no será lo único que harás en este formato. ¿Puedes adelantarnos algo?
El blog ahí sigue, al lado de los tiempos que corren y al lado de mis días. El 1 de octubre publico un ensayo acerca de los que crecimos en los 90, las series que vimos, la música que escuchamos… Espero que guste a los lectores de La Paz Mundial. También seguimos reviviendo cada semana la magia de la radio con Radioshock y me gustaría rodar algo pronto… Eso sí, prometo no pedir crowdfunding. La mendicidad no es lo mío.
Pues a mí me ha parecido un truño, sinceramente.
jaja tremenda mierda!
sus amigos deberían hacerle el favor de decírselo a la cara.
Seguro que hubiese inflado a premios en Bélgica o en Suecia…
jaja, sí, premio a la mejor basura del año, qué tío más pretencioso!
Yo tenía muchas ganas de verlo, de que me gustase pero no ha sido así.
Me gusta el blog de Popy, su personaje, no conozco a la persona, me parece entrañable y odioso a partes iguales pero lo del corto no tiene nombre.
Creo que Popy genera miedo entre sus amigos, por eso nadie se atreve a decirle a la cara, con sinceridad, que el corto es malo y que las actrices están mal.
Pues a mi dentro de q hay cosas francamente mejorables, me parece la propuesta audio isual mas interesante en la España de ahora mismo. decir que es un truño me parece como mínimo malintencionado y simplista.