Ya toca. Hablar un poco de la sección oficial y decir, de paso, que no estuvo nada mal, que hubo en ella películas para todos los gustos, títulos muy esperados a competición, bien complementados con rarezas estimulantes en las secciones paralelas. Como siempre, sobredosis, debido en gran parte a que Sitges es uno de los pocos festivales que piensa en el espectador cinéfago antes que en el periodista, y comprende que el fan del fantástico no entiende de sentido de la medida y de la cantidad: lo quiere todo y ya, en cantidades ingentes y sin anestesia. ¡Si hasta la programación de Brigadoon estuvo bien! Y de ella rescatamos dos citas ineludibles: CARNE CRUDA, de Tirso Calero, cuya cita, con todo, no tuvimos más remedio que eludir por razones justificadas (llegábamos esa misma tarde a Sitges), pero que recuperaremos en breve, y el documental ON VAMPYRES AND OTHER SYMPTOMS, de Celia Novis, un hermoso poema de amor a nuestro querido José Ramón Larraz, que transpira (exacto, como las camisetas) cariño, respeto y amor al cine. Nos gustó mucho y lo vimos de pie en una sala llena, entusiasmados con algunas de sus ideas de realización (esos cómics que retratan momentos clave de la vida del cineasta) y embelesados ante algunas agudas reflexiones del autor de LAS HIJAS DE DRÁCULA. A descubrir cuanto antes.
A lo que íbamos, sección oficial. SCABBARD SAMURAI es divertida, pero más simpática que brillante, lejos del delirio noqueante de Symbol, con un planteamiento ingenioso pero un desarrollo que combina demasiadas veces lo genial con lo fácil. Esta mejor cerrada que su anterior película, eso sí, y Matsumoto merecía al menos una mención en el palmarés. Mucho más sobrevalorada nos parece ATTACK THE BLOCK, que es como una especie de Super 8 protagonizada por niños que te pueden partir la boca, eficaz en la parte de acción pero algo sosa y desaprovechada en la humorística. Allí gustó a todo el mundo e hizo coincidir a crítica y a público, casi tanto como RED STATE, merecida mejor película del festival y necesaria recuperación de la trayectoria de Kevin Smith en un momento en el que nadie daba un duro por él. Híbrido de acción, comedia negra, cine de superviviencia y unos cuantos géneros más que se me escapan aquí y ahora, la película del autor de Clerks crece con cada giro argumental y reparte estopa a una serie de personajes por los que su director y guionista no parece tener el mínimo aprecio, algo sorprendente en un autor al que siempre le perdió un poco el excesivo cariño hacia sus creaciones…
Justo lo contrario puede decirse de TWIXT, que pierde el rumbo cuanto más intenta sorprender al espectador y cuenta con una realización sosísima y televisiva de un Francis Ford Coppola en horas bajas. El resultado final, simpático en el comienzo pero progresivamente cansino de puro previsible, no lo salva ni las estimulantes presencias de un fofo Val Kilmer post-McGruber y de la siempre inquietante Elle Fanning. Habría sido un aceptable capítulo de Masters of Horror si alguien le hubiera metido la bendita tijera…
Y acabamos de momento con BELLFLOWER, una de las películas más inclasificables y -¿por qué no?- también estimulantes de la sección oficial. Una rayada romántico-humorística-vayaustedasaberqué en el que la postapocalipsis sucede en el interior de los protagonistas, realizada por un Evan Glodell que hace a su vez de guionista, protagonista, dispensador de catering y hombre orquesta. La película empieza bien pero a medida que avanza necesita con urgencia que su autor se centre y se aclare en lo que quiere contar. No le hubiera venido mal a Evan el haber tenido un amigo que le diera un par de bofetadas, lo sentara en una silla y le aclarara las ideas. Con todo, hay más cine con mayúsculas en su errático desarrollo que en la mayoría de las películas serias y reputadas que nos tragamos y aplaudimos con la mayor de sus sonrisas. Una peliculita que crece con el recuerdo y por la que no puedo evitar sentir una extraña, seguramente injustificada, simpatía.
CURIOSIDADES (IV)
Pregunta innecesaria:
¿No falta algún contrapunto romántico en la aceptable LOBOS DE ARGA?
Complicidad inmediata:
Hernán Migoya, entrevistado de lujo en la primera temporada de LPM, alabando con contagioso entusiasmo las virtudes de VERBO, EXTRATERRESTRE y EL CALLEJÓN. No había visto VLOGGER.
Scream Queens del siglo XXI:
Las chicas de la serie Femmes Fatales, que llegaron a un maratón intempestivo como dispuestas a ser acribilladas por las hordas de freaks, y Andrea Duro en “Don Juan de los Muertos”, tan magnética como siempre pero algo perdida entre tanto vivalavirgen tropical, y casi más segura entre los zombis que interactuando con los vivos.
Reminiscencias de “A serbian film”:
La tortura del niño a la mujer en “The woman”. El final de “Kill List”. Las púberes maquilladas de la Zombie Walk (pregunta más recurrente entre la cinefilia provecta: ¿es legal si están muertas?)
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