Terminamos estas crónicas como las empezamos: hablando de la inevitabilidad de los desenlaces. La imposibilidad de alargar en el tiempo un festival elástico y abigarrado pero limitado como el amor, la belleza o el talento de Christopher Nolan o Judd Apatow. Empezamos las despedidas desde nuestra llegada a la estación de Sants y las repetimos todos los días, de ahí en adelante. Las compartimos con los chicos de Miradas, con el director de Star Crash, Luigi Cozzi (futuro entrevistado de LPM), con Caroline Williams (futura entrevistada de LPM), con Néstor F., el pope de Pretenciosidad.net (una web que lleva más de doce denuncias acumuladas desde enero de 2009, un récord del que pueden enorgullecerse y hacer bandera), con Ángel Sala, de nuevo amable y atentísimo incluso con bloggueros nocivos como nosotros, con un loco inquietante y encantador que nos habló muy mal de la adaptación de Tintín y con un centenar de fans anónimos que abarrotaban los cines y que nos dejaban saltarnos las colas simplemente por ser quiénes somos. Con Gerard Casau y el resto del equipo del Diari, Beatriz Martínez, Rosendo Chas explicándonos el proyecto de un inminente videoblog, la nueva chica de Cinemanía de la que todo el mundo hablaba y Tonio L. Alarcón, próximo entrevistado en LPM, que tuvo el detalle de dejarnos un ejemplar de su muy apetecible libro Superhéroes. Del cómic al cine, que nos confiscó la organización del festival a la entrada de la estación. Y con Manel Bocero (cada año más parecido a un doble del Carlos Benpar joven), Hernán Migoya y Jesús Palacios, que tuvo el detalle de advertirnos sobre las maldades, o sosedades, del remake de La cosa justo antes de que entráramos a verla en la cloenda. Y por supuesto con los ausentes, los que se rajaron a última hora o desde el principio: Bizarre Hunter, Ricardo López Toledo, Raúl Acín, Popy Blasco, Pablo Maqueda, Marta Silvera, Antonio Villarreal, Jimina Sabadú, Joaquín Aldeguer, Ana María Matute, Paco Algora, Claudette Colbert y Roberto Artl. Desde La Paz Mundial les deseamos lo peor porque no venir a Sitges les convierte automáticamente en malas personas. Estoy seguro de que muchos de ellos ya lo eran antes.
Así que cerramos nuestra ración anual de Sitges hablando de unas pocas películas que habíamos pasado por alto hasta el momento, ya que el afán de completismo y la rigurosidad es lo que siempre nos ha caracterizado. Por ejemplo, hemos dejado lo más prescindible para el final. Entre éstas, la muy mediana Livide, fallido intento por parte del tándem Maury y Bustillo de prolongar las virtudes de su fascinante y enérgica Al interior, adentrándose en el mundo sobrenatural de ecos argentianos con una puesta de escena detallista pero demasiado alambicada. Algo parecido puede decirse de The woman, otra de las decepciones del festival aunque ganara el premio al mejor guión, una historia interesante a priori que incide en el turbio universo de Jack Ketchum, pero se frustra por la dirección plana y lánguida del cada vez más desnortado Lucky Mckee, y no recupera el punch ni siquiera en un clímax final basado en el exceso que no sorprende al espectador de estómago acorazado.
Mucho más recomendable es Detention, de Joseph Kahn, director de aquella película de culto (para algunos; o mejor, casi únicamente para nosotros) llamada Torque, que en esta ocasión se ha sacado de la manga una comedia juvenil retropostmoderna y quizá excesivamente histérica (hay una referencia pop cada tres segundos, más o menos), vendida como la nueva Scream, pero que está mucho más cercana al espíritu de No es otra estúpida película americana de Joel Gallen, o sobre todo al de aquella delicia de culto llamada Heathers. Tal vez, como en su momento lo fue la película de Michael Lehmann, esta sea una obra visionaria, adelantada a su tiempo, cuyo cinismo y mala baba estén condenados a ser malinterpretados por su público objetivo.
En fin, ahora sí que esto es todo. El año que viene, si nos dejan y sobrevivimos en la red, tal vez enviemos a Mireia Laguna.
EL PALMARÉS SOÑADO DE LPM (DA IGUAL QUE LAS PELÍCULAS FUERAN A COMPETICIÓN O NO)
Mejor película: VERBO, de Eduardo Chapero-Jackson
Mejor director: HARMONY KORINE, por Trash Humpers
Mejor guión: NEW KIDS TURBO
Mejor actor: Matthew MacConaughey por Killer Joe
Mejor actriz: Sara Paxton por The innkeepers e Irina Sanjeevan por Vlogger
Premio de la crítica: New kids turbo
Mención especial del jurado: Detention
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