FICXIXÓN ’49: ve al Cantares, llora, y sigue viendo películas
La puerta del cielo 2 Hace tres sábados desayuné a las seis menos cuarto de la madrugada en el McDonalds de la terminal 1 del aeropuerto del Prat, en Barcelona, y caí, rendido, en la cama de una pensión llamada Libertad, en Gijón, más de veinticuatro horas después. Casi a las ocho de la mañana…